Tus ojos…
¡Cuánta belleza!
Cómo no perderme en tu horizonte
y encontrarte
tan lejos o tan cerca,
y en ellos encontrarme.
Allí vislumbro un mundo
que hechizado devuelves.
Y no es el color, ni la forma.
Son tus ojos.
Si es tu alma la que siento.
¡Cuánta belleza!
Si realmente
es tu alma.
¡¿Cómo no perderme en tu horizonte
y encontrarte tan lejos o tan cerca
y en ellos encontrarme?!
Oh, Platón,
¿ves sus ojos?
¡Cuánta belleza!
miércoles, 10 de octubre de 2007
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